Macaes en el estuario del río Gallegos
El estuario del río Gallegos nos ofrece a pobladores locales y visitantes el privilegio de contar en sus costas con una increíble riqueza de avifauna, las que conocemos como aves migratorias, algunas de las cuales son migratorias continentales y otras, patagónicas.
Entre ellas, destacamos hoy a la familia de los Macaes, de los cuales el más conocido es el Macá Tobiano. Sin embargo, en el estuario del río Gallegos y en el Sistema de Reservas Naturales Urbanas de Río Gallegos se encuentran cuatro especies de Macaes: el Macá Tobiano (Podiceps Gallardoi), el Macá Plateado (Podiceps Occipitalis), el Macá Grande (Podiceps Major) y el Macá Común (Podiceps Rolland). Si bien pertenecen a la misma familia y son de características muy similares, podemos decir que cada especie tiene sus particularidades.

Los Macaes pertenecen a la familia de los zambullidores, no son patos. Son aves muy vulnerables a la extinción, ya que viven la mayor parte de sus vidas dependiendo de cuerpos de agua (humedales), los cuales pueden ser fácilmente afectados por actividades humanas.
Estas especies consiguen alimento en el agua y construyen en ella sus nidos. Se los denomina zambullidores por este comportamiento por el cual bucean con gran habilidad en el agua para buscar alimento o para evadir un eventual riesgo.
El origen del nombre Macá proviene de la denominación que les daba la etnia guaraní: Makang, que por similitud onomatopéyica derivó en Macá.
Como característica común todos los Macaes tienen las patas en el extremo posterior (detrás) del cuerpo, lo que les dificulta caminar pero los hace ágiles en el agua. Realizan movimientos ondulatorios con el cuerpo alcanzando gran velocidad. Esto es posible gracias a que poseen una gran flexibilidad en los dedos de las patas, que les permiten remar y timonear al mismo tiempo.
Además de tener la particularidad de alimentarse mediante el buceo en los cuerpos de agua, son carnívoros y comen principalmente pequeños invertebrados, como caracoles y pequeños peces.
Estas especies hacen sus nidos en plataformas flotantes, variando el tipo de vegetación que usan. En el momento del cortejo, realizan todos un baile sincronizado; ninguna de las especies de Macaes poseen dimorfismo sexual (diferencias en el aspecto físico de machos y hembras). El Macá Tobiano se reproduce en las mesetas de altura del oeste de Santa Cruz. En las lagunas, se alimenta, busca y corteja a su pareja y luego comienza con la construcción de su nido flotante, para lo que utiliza una planta llamada Vinagrilla. El nido es construido por ambos y luego la hembra pone dos huevos, de los que generalmente cría sólo un pichón.
Las especies de Macaes que se pueden avistar en el estuario del río Gallegos tienen todas, a excepción del Macá Grande, el ojo rojo. Las cuatro especies de macaes comparten también el pico de color negro. El único de ellos que permanece todo el año en nuestras costas es el Macá Grande.
El Macá Tobiano se ve blanco brillante con la frente del mismo color, rodeada por un babero negro que cubre el frente del cuello y asciende por los costados de la cara formando un capuchón. Tiene un copete amarillo-rojizo.
El Macá Plateado es más pequeño que el Tobiano y se distingue de éste por no presentar el barbijo y la corona negros ni la frente blanca, luciendo un color blanco sucio, especialmente en la cara, y un penacho amarillo.
El Macá Común es pequeño y oscuro, de color pardo con el vientre blanco. En plumaje nupcial, se lo observa negro con los flancos y vientre rufos (rojos) y un característico penacho auricular blanco.