"Ojos de limón y pico de zanahoria”. Ostreros en la costa
La Ordenanza nº 5356/04 del Municipio de Río Gallegos creó la Reserva Costera Urbana de la ciudad que, junto a la Reserva Provincial para Aves Playeras con la cual es lindante, protegen el ecosistema del estuario del río Gallegos.
Estos sitios protegidos conservan una muestra representativa de marismas y planicies intermareales fangosas. Además, entre una de sus importantes funciones como sistema natural, resulta un lugar con alta riqueza en fuentes de alimento que constituye un sitio de descanso y alimentación para miles de aves playeras durante sus movimientos estacionales, así como un destino final para otras especies. Por otra parte, la protección de este ambiente, nos asegura a los habitantes de la zona uno de tantos servicios que la naturaleza nos brinda gratuitamente, la transición y natural regulación entre los ambientes acuático y terrestre, al actuar como zona de amortiguamiento de las mareas.
Entre las aves que podemos observar en el estuario se encuentra el Ostrero Austral (Haematopus leucopodus), una especie muy abundante y una migratoria patagónica. Es la única de las tres especies de ostreros que habitan nuestras costas que nidifica alejada de éstas, ya que entre septiembre y noviembre, nidifica a orillas de lagunas o zonas anegadas y mallines, en la estepa y hasta la zona cordillerana.

El Austral mide 35 centímetros y es fácilmente reconocible por su largo pico de color rojo intenso, que es casi el doble del tamaño de la cabeza. Según los niños que lo han avistado y conocido en nuestro estuario, este Ostrero tiene “ojos de limón y pico de zanahoria”, una forma práctica de reconocerlo. Por su parte, la cabeza, dorso y el pecho son de un negro intenso, que contrasta con el vientre blanco. La periferia del ojo es amarillo, característica que lo diferencia del Ostrero Común, en el cual es rojizo. Sus patas son robustas y sus dedos están unidos por una membrana basal que le permite moverse con agilidad en sustratos blandos.
Esta especie es gregaria, forma parejas o grupos reducidos durante el período reproductivo y se lo avista en grandes bandadas, de varios centenares de individuos, durante el resto del año. Camina lentamente y da pequeños saltitos, pero si es molestada puede correr con rapidez. Su voz, que generalmente emite en vuelo, es un fuerte sonido, bastante particular, que derivó en otro nombre común utilizado por la gente de campo “fil-fil”. En ocasiones puede observarse descansando en grandes concentraciones, alineados a lo largo de la costa.
Durante la nidificación, utiliza pequeñas oquedades del terreno, donde deposita de 2 a 3 huevos verde oliváceos con pintas y manchas más oscuras. En las inmediaciones del estuario nidifica cerca de lagunas y charcas.